17 Escribió además cartas para insultar a Yahveh, Dios de Israel,
hablando contra él de este modo: «Así como los dioses de las naciones de
otros países no han salvado a sus pueblos de mi mano, así tampoco el Dios
de Ezequías salvará a su pueblo de mi mano.»
18 Los enviados gritaban en voz alta, en lengua judía, al pueblo de
Jerusalén, que estaba sobre el muro, para atemorizarlos y asustarlos,
y
poder conquistar la ciudad,
19 y hablando del Dios de Jerusalén como de los dioses de los pueblos
de la tierra, que son obra de manos de hombre.